PRENSA / GAMEA Mie 04.12.24
Bajo la consigna de que “Nunca es tarde para aprender”, un millar de adultos mayores y algunas personas con discapacidad se graduaron este miércoles en el auditorio del Jach’a Uta luego de haber terminado los cursos de postalfabetización y alfabetización que impulsó la Alcaldía de El Alto.
“Hemos aprendido a leer y escribir. Han sido seis meses de curso y ahora estamos felices”, sostuvo Carmen Rosa viuda de Colque, una mujer de pollera de 74 años que tomó los cursos de postalfabetización y alfabetización que impulsó la Alcaldía en coordinación con el Ministerio de Educación.
Los cursos duraron seis meses y participaron al menos 21 asociaciones que agrupan adultos mayores. Un total de 1.040 personas recibieron sus certificados de haber concluido el curso junto a un reducido grupo de personas con discapacidad que también fueron instruidos.
A unos metros de Colque, Amalia Berno Flores, otra mujer de pollera, se declaró también feliz por haber aprendido a leer y escribir. “Nunca es tarde para aprender y ahora ya sé leer y escribir”, afirmó la mujer de 64 años.
El secretario Municipal de Desarrollo Humano y Social Integral, Herlan Cabrera, añadió que la Alcaldía prioriza la educación y a la familia. “Para el Municipio, primera está la familia y a los adultos mayores hay que darles proyectos educativos”.
Por su lado, el director de Desarrollo Integral, Nohel Soto, destacó las políticas públicas que la Alcaldía realiza por la educación.
“Nunca es tarde para aprender y nuestros adultos mayores son el ejemplo. Ellos han hecho un esfuerzo por superarse, por aprender la alfabetización y la postalfabetización”, precisó.
Soto agregó que los adultos mayores además haber aprendido a leer y escribir fueron instruidos en manualidades y danzas folklóricas. “Incluso hemos lanzado el primer concurso de cuentacuentos en el que los adultos mayores participaron con los niños”.
Pablo Velásquez, presidente de la Asociación de Adultos Mayores, 19 de diciembre, agradeció la iniciativa de la Alcaldía. “Muchos de nuestros compañeros aprendieron a leer y escribir, y ahora ya saben escribir sus nombres”.
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JHQC